❥ 🇨 🇺 🇦 🇹 🇷 🇴
Todos quedaron convencidos, pues a todos se les hizo ver, cuando mi hija terminaba de mostrarles, las personas nuevas se volteaban a mi, sin poder creerlo. Carlisle convenció a sus amigos Irlandeses de hacer el viaje hasta Forks, aunque estábamos agradecidos por su ayuda, su sed de sangre humana complicaba la situación.
Los nómadas que enviaron Rosalie y Emmett eran aún menos predecibles, especialmente Peter, si, como el estupido rompe corazones, bueno, Peter era mucho más imprescindible, el había peleado junto a Jasper cuando eran neófitos.
—Hay muchos ojos rojos aquí.—me dijo Jake.
—Aceptaron no cazar en el área.—tranquilicé.
—En algún lado lo harán...
Al ir llegando cada vez más vampiros al territorio, más Quilleutes empezaron a cambiar, su naturaleza los urgía unirse a la jauría, Jake me había dicho eso, cuando había visto cambiar a varios chicos.
♪
Finalmente Carlisle y Esme regresaron con nuestro último testigo.
—¿Cuántos vinieron?—preguntó el patriarca saliendo del carro y acercándose a Edward y a mi.
—Dieciocho, tienes buenos amigos.—sonrió Edward.
—¿Y Alice?—Esme había estado devastada desde que su hija de fue, yo negué, ella hizo un puchero y me abrazó.
—Estaremos todos en la lista de Aro, siglos escapando ¿Para eso me has traído?—intervino el hombre rubio, —Vaya amigo, Carlisle.
—Alistair, ven a conocer a todos.—sonrió amigable el patriarca de los Cullen.
—Ya te dije que si hay una pelea no me enfrentaré a los Vulturis.
—No habrá ninguna pelea.
—Estaré en el ático.—el rubio saltó y luego entró.
—No es muy sociable.—defendió Esme.
—Si, ya lo noté.—sonreí un poco.
♪
—¿Aly?—llamó una voz demasiado conocida, yo jugaba con Frey cuando lo escuché.
Me volteé sorprendida, —¿Aster?
—Hola, sagitario.—sonrió de lado, tenía ojos rojos y piel pálida pero aún conservaba su castaño cabello y ese aro en el labio, lo abracé, lo había extrañado demasiado.
—Espera...—me separé y luego golpeé su hombro, —¿Qué demonios haces tú de vampiro?
—Au, Aby no tienes que golpearme.—protestó sobando su hombro, —Y es una historia que no quiero contar, ademas podría preguntarte lo mismo a ti.
—Esta fue mi vida desde un inicio, tarde o temprano iba a ser una de ellos.—alcé mis hombros.
—Cuando me dijeron que los Cullen necesitaban ayuda jamás me imaginé que seguirías con ellos.—sonrió de nuevo, —Sigues igual de hermosa, ese vestido te queda perfecto, todo sigue igual, excepto por tus ojos, ahora son dorados.
—Solo sangre animal.—sonreí, —Deberías hacer lo mismo y cambiar esos escalofriantes ojos rojos.—me burlé.
—Tal vez lo haga.
—Mami...¿Quién es?—la voz de mi hija me recordó lo que estaba haciendo antes.
—Frey, ven.—llamé y Freissy se levantó dejando su muñeca, y se puso frente mío.
—No, no, ¿En serio? ¿Tu hija?—preguntó sorprendido y luego se agachó a la altura de mi niña para luego sonreírle y guiñarle un ojo, maldito adolescente, —Es igual de perfecta que la mamá.
Mi hija soltó una risita, le divertía esto, yo rodé los ojos con evidente diversión.
—Nessi, ven conmigo.—llegó Jake con la expresión dura y mi hija agarró su mano.
—Uy, el lobo está celoso.—me burlé sobando su hombro.
—¿Quieres ver a un celoso? Mira a tu chupasangre...—se burló y luego señaló con su cabeza a Edward apoyado en el marco, fulminaba a Aster con la mirada y se notaba que apretaba los dientes, —Suerte.
—Maldito licántropo..—murmuré cuando el y mi hija se fueron.
—No le caigo bien.—rió el castaño.
—No, no le caes bien, ahora si me disculpas, tengo que tranquilizar a un vampiro.—suspiré cansada.
—Claro, ve.—me abrazó una vez más, hizo durar ese abrazo mucho tiempo.
—Hola, Eddy.—me puse a su lado, no me respondió, seguía mirando a Aster, lo estaba matando con su mirada, —¿En serio?
—Ven conmigo.—me sacó de la casa Cullen y me llevó a la nuestra en menos de veinte segundos.
—¿Qué pasa?—pregunté cuando llegamos.
—¿Era él?
—Define el.—dije jugando.
—Ashby...solo dime si era el, ¿Era ese Aster? El que estaba contigo.
—Si te refieres al Aster que conocí y el que estaba conmigo cuando me abandonaste, entonces si, era el ¿Algún problema?—me crucé de brazos.
—¿Viste como te mira? Parece que te saltará encima en cualquier momento.—se había molestado, mucho a decir verdad.
—Bueno, el vestido me queda bien.—cambié de tema, era un vestido rojo pegado, muy pegado, y mi cabello estaba amarrado en una cola, dejaba al aire mi cuello y clavícula.
—Demasiado bien.—sus ojos se volvieron negros, un profundo negro.
Carajo...lo había provocado. Pasaron unos momentos no tan adecuados para menores de edad, pero luego lo detuve.
—Aunque quiera, hoy no, amor.—lo paré cuando recordé algo, —Le iba a enseñar a Aster a cazar animales y que deje de hacerlo con humanos.
Lo oí gruñir, molesto, —No necesitas ir con el.
—Claro que si, tengo que ayudarlo a acostumbrarse a cazar animales.—solté un jadeo cuando siguió su trabajo en mi cuello, —No hagas eso, en serio tengo que ayudarlo
—No hago nada.—se excusó.
—En serio, Eddy, tengo que irme.—me paré y el a regañadientes me dejó salir.
♪
—¿En serio haremos esto?—se quejó Aster cuando lo estaba prácticamente jalando hacia el bosque.
—Si, haré que cambies esos ojos rojos a unos brillantes dorados, al menos mientras estés aquí.—nos internamos más a fondo del bosque.
A lo lejos vi mucho ciervos, era un buen comienzo para el.
—Ahí está, lo que hoy cazarás, mis favoritos son los pumas pero los ciervos son apetitosos también, será bueno que empieces por ellos y luego avanzar con presas aún más grandes, Emmett tiene como favoritos a los osos, llegarás a ese punto después.—sugerí acechando a nuestras presas.
—En serio no puedo creer que me hayas obligado a hacer esto.—Aster estaba agachado, viendo cada movimiento de los ciervos.
—Cuando estén volteados, te abalanzas sobre uno, no importa cuál sea, pero tiene que ser solo uno.—dije viendo a uno de los ciervos.
—Que genial, acechar animales, nunca pensé que llegaría a este punto, lo lamento mucho, naturaleza.
—¿Verdad?—le di la razón, —Uno, dos...tres.
Ambos nos abalanzamos sobre uno, aunque no nos dimos cuenta que era el mismo, terminamos espantando a los animales y chocamos entre nosotros.
—Demonios...debimos decir por quien íbamos a ir.—agarré mi cabeza y me levanté.
—¿Oh, en serio? Eso debió haber sido una regla.—se levantó junto a mi.
—Te conseguiré algo, un puma si me das tiempo.—sonreí un poco para salir corriendo con Aster tras mío.
♪
Abrimos nuestras puertas a dieciocho vampiros, cada uno con talentos propios.
—¿Cómo les fue en la cacería?—Bree llegó a mi lado, sonriendo.
—No nos dimos cuenta de que fuimos por el mismo ciervo y terminamos chocando, un genial comienzo ¿No crees?—pregunté algo irónica jugando con mi cabello.
Ella hizo una mueca, —Supongo...
—Perdón, Bree, estoy algo frustrada.—pasé mis manos sobre mi cara, —¿Sabes donde está Frey? La vi con Jake hace un rato pero acabo de verlo solo.
—Oh si, está durmiendo, me quedé un rato con ella, con la compañía de ese perro pulgoso.—dijo molesta y cruzándose de brazos, —No me dejó estar sola con ella para hablar o jugar a algo.
—Oye, ese perro pulgoso es mi mejor amigo.—me quejé y recibí un "lo lamento" a cambio por su parte, —Y solo tiene algo de miedo se podría decir, es su impronta, su alma gemela o algo parecido.
—Oh...igual no me cae muy bien.—frunció el ceño
—Bueno niña "no me cae muy bien" vamos afuera, iban a mostrarnos algo.—hice que ambas salgamos al patio, donde la mayoría estaba.
♪
Zafrina tenía el poder sobre la mente, podía hacer que cualquiera viera lo que ella quisiera, Edward probó su poder, lo vi sonreír luego de unos segundos, miraba a su alrededor como si viera algo increíble.
—Si no estuvieras sujetando mi brazo juraría que esto es real.—lo oí decir, el seguía mirando al rededor, yo hacía lo mismo con el ceño fruncido.
—Yo no veo nada.—admití luego de un rato.
—Edward, no me dijiste que Aby era un escudo.—llegó Eleazar.
Yo fruncí el ceño inmediatamente y me giré a ver a Edward, —¿Un escudo?
—Los que conozco son diferentes.—explicó.
—Es una defensa.—Eleazar volvió a tener la palabra.
—Por eso no podía leer tu mente antes, al igual que Aro.—siguió el cobrizo.
—Tienes un don muy poderoso.—okey, la palabra pasaba de Edward a Eleazar y así sucesivamente.
Sentí a alguien tomar mi mano, la vi y era Kate quien la sostenía ahora en el aire, vi electricidad en mi mano pero no sentía absolutamente nada, —Si, claro que es un escudo, esto debió tirarla al suelo.
—O tu voltaje ha sido sobrevalorado.—se burló Garrett.
—O solo funciona con los débiles.—Kate extendió su palma, incitando a Garrett a tocarla.
—Garrett, no lo hagas.—advirtió Carlisle.
El hombre no hizo caso, tocó la palma de la rubia y se estremeció con una mueca de dolor, cayó al piso de rodillas hacia Kate, esto me divertía.
—Eres, una mujer asombrosa.—dijo con algo de admiración.
Sentí a Edward acercarme a él y agarrarme aun más de la cintura, yo fruncí el ceño.
—Aby...—oí a alguien y ahí lo entendí.
—¿Si?—me giré o traté de girarme hacia Aster.
—Quiero que veas algo.—me sonrió, oímos a Edward gruñir, —Tranquilo, colmillitos, no te quitaré a tu perfecta chica, esposa, mujer, lo que sea, no tienes que estar de ese modo.
Reí divertida y vi a Edward verme mal, —Ay no te pongas así, Eddy, ahora vuelvo, no te preocupes.
Me besó y lo hizo durar mucho tiempo, pude oír la suave risa de Aster, le divertía ver a Edward celoso. Ay, Merlín, apiádate y ruega por mi para que no me abalance sobre mi esposo en este mismo instante.
Edward me soltó y yo tomé mi pecho como primera acción, manteniendo la calma. Me giré a Aster y huí de ahí con el tan rápido como pude a paso humano.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top